miércoles, diciembre 06, 2006

La leonera

Así definiría mi madre en lo que se ha convertido mi habitación. Pero tiene su lógica, oye.
Hoy han llegado mi hermana Cristina y mi cuñado Jesús que han venido de vacances unos días a München. He ido a recogerlos al aeropuerto (más horas que debo al curro) y luego los he dejado en casa en manos de Vevi que se los ha llevado al centro mientras yo volvía a BMW a ganarme el pan. Pan que por cierto no he podido comer hoy, con el rollo de ir hasta el aeropuerto y con la reunión sindical anual en BMW, que cerraba hoy pronto la cantina, me he quedado sin comer.
Cuando he salido de trabajar, tarde, por aquello de recuperar el tiempo perdido, y he llamado a estos dos, el mamón de mi cuñao estaba ya medio pedo, pues le ha cogido el gustillo al Glühwein y se ha bebido no se cuantas... Mira que está rípio y cuesta metérselo entre pechoy y espalda, pero parece que le ha gustado y cuando han llegado a casa me he hartado de reir con la colección de tazas típicas de Glühwein que se había agenciado el tío. Si no fuera porque te las cobran en Pfand, diría que ya están los españolitos montando el mingo en el extranjero, jejeje. Pero oye, más vale que me calle, que yo me choricé también unas jarrillas de cervezas de las de a litro nada más llegar aquí.
Luego me los he llevado a cenar a un bávaro aquí cerca de casa y hemos estado charlando tranquilamente mientras cenabamos pato y cositas bávaras regado, por supuesto, con una weissbier.
Los he dejado sobando en el salón que están que se caen de sueño, y yo la verdad, no soy menos, así que con esto y un bizcocho...
... le cojo a tu hermana el chocho.

Queda basto, sí, pero es que no he podido remediarlo...

No hay comentarios: