domingo, septiembre 03, 2006

El día más largo del mundo

Pffff, no se me ocurre mejor manera para no pensar en lo poquito que me queda para estar en España que los 300.000.000 de cosas que he hecho hoy. Vayamos por partes...

Esta mañana he estado en el Ikea con Jordi. Jordi, quien se empieza a perfilar como el compi de juergas perfecto aquí en München, me ha echado un pedazo de cable tamaño caballo llevándome en el coche hasta el IKEA y trayendonos de vuelta las compras en su pedazo de Nissan enorme. Una provechosa mañana en el IKEA me ha servido para gastarme, la no despreciable cantidad de 416 € en una cama. Bueno, he de ser más explícito, me he comprado lo siguiente:
- La estructura de la cama, que incluye cabecero y todo eso, de 140x200cm.
- Un somier de tablas. Muy molón, con refuerzo lumbar y una parte que se levanta para leer o ver la tele en la cama. ¿Qué caña, no?
- Un colchón de latex y no sé que más... Muy cómodo. Aquí no he querido racanear que después se agradece en los riñones. Dormir, aunque sean las pocas horas que yo lo hago, hay que hacerlo bien.
- Un edredón nórdico de pluma de dos capas. Si hace mucha calor se retira uno y así queda más fresquito. El edredón es de 155x220cm. Aquí hay costumbre a veces de poner 2 edredones individuales en la cama grande, pero yo prefiero una sola pieza, que luego te espatarras en la cama y no tienes que tener cuidado de que te salgas de debajo del edredón.
- Una funda para el nórdico. De colores rojos muy intensos.
- Una bajera para el colchón. Flipa, aquí se vende por separado de las sabanas. En verdad no hay sábanas, está la funda del nordico y la bajera, ya está.
- Un par de almohadas estilo alemán. ¿Cual es el estilo alemán? Fácil, en vez de las típicas que tenemos nosotros en España, aquí se llevan unas almohadas que son como cojines muy grandes cuadrados, de 80x80cm. La verdad es que ya me he acostumbrado a ellas y son bastante cómodas.
- Unas fundas para las almohadas. Que también vienen aparte, con su puñetera madre. La funda del edredón solo traía una, así que he tenido que comprarme un par de ellas aparte.

Bueno, esto es todo, que no es poco. Lo mejor es cuando vas a recoger los muebles y ves en lo que empaquetan estos una cama, un somier y un colchón... ¡Flipad! Lo que se ve en la foto soy yo (evidentemente) con un carro donde iban el colchón (el rulo gris) el somier y la cama (las dos cajitas que se ven). Acojonante en lo que se queda reducida una cama y un somier... Si es que estos suecos son la caña...

Os juro que ahí hay un colchón, un somier y una cama

Para aquellos que no se lo crean, tengo que deciros que prometo solemnemente que hay hay una cama, un somier y un colchón... De todos modos, los que halláis pasado por el IKEA no os sorprenderéis mucho de esto. Sé que estaréis pensando, pues seguro que la cama que se ha comprado es un "mojón mu gordo". Pues la verdad es que os equivocáis, no es que sea la cama de la muerte, pues lo que buscaba era algo funcional sin pararme a pensar si es muy bonita o muy fea, pero esto que se ve en la siguiente foto es el aspecto una vez montada con el colchón puesto.

No tiene mala pinta, ¿verdad?

Después del palizón del IKEA (un coñazo siempre) nos fuimos a comer un schnitzel. El schnitzel es en realidad un filete empanado de toda la vida, pero que aquí se llama schintzel. Pero claro, aquí en alemania las cosas se llaman normalmente de otra manera, jejeje. Parafraseando al gran "Manu Sánchez": "Anda que no me he comío yo tuperwares y tuperwares de schnitzel", jajajaja. Esto, que no es tampoco algo reseñable en condiciones normales si lo es en este caso por un sencillo motivo, es el filete más grande que he visto en mi vida. En serio, alucinante, comen dos fácil con el schnitzel de las pelotas. En la foto podéis ver las increibles proporciones de semejante manjar... ahhhh... rebosa por todos lados del plato. Por cierto, está mortal y no sale nada caro, unos 9 lerus, así que todo el que venga y le apetezca está al lado de casa. Lo que se ve en el vaso es la cerveza de la Oktoberfest, una cerveza especial que hacen para la fiesta y que solo se puede tomar en estas fechas. Lo especial que tiene es que tiene más grados de lo normal... y se notan, lo prometo, así que no me extraño de las curdas que se cogerán estos mamones en la Oktober...

Con cara de circunstancia deseando meterle mano... al filete... claro

Luego por la tarde, he tirado para Marienplatz con Jordi, Eduardo y Vevi con una idea en la mente, unos lederhose. Los lederhose son los pantalones típicos bávaros que la peña se pone por aquí con cierta asiduidad y que son la estrella de la Oktoberfest. El caso es que queremos disfrazarnos de bávaros para ir a la Oktoberfest (para mí es disfrazarme, para estos es lo normal). A mí, que como sabéis no me gusta nada disfrazarme, la idea me ha encantado, así que ni corto ni perezoso ando tras la búsqueda del disfraz bávaro. José, pisha, pa dentro de un par de añitos salimos de alemanes en el coro, que tengo que amortizar la inversión. De momento no me he comprado los pantalones porque son caros de cojones... y cuando digo caros quiero decir unos 150 euros más o menos. Queremos mirar por ebay a ver que aparece. De momento, hoy me he comprado dos camisas típicas bayerisches (horteras "pa sus muertos", pero auténticas auténticas). No he podido resistirme, porque costaban... ¡¡¡3 euros cada una!!! Y coño, quien no se compra una camisa, aunque sea de coña, por 3 euros. Si no encuentro los pantalones a un precio razonable siempre puedo ir con los vaqueros. Es más cutre, pero pa eso soy guiri... Si nosotros tenemos que ver la insoportable visión de los guiris en españa con zapatillas y calcetines blancos, estos tienen que aguantarme a mí con los pantalones vaqueros y la camisa bayerische.
Aunque lo mejor de todo es que le hemos hecho una putada a Carlos. Anna tiene un Dindel o como coño se llame el traje típico bávaro de las mujeres y lleva tiempo detrás de Carlos para que se compre los lederhose y el resto del equipo (solo de imaginarmelo con esa pinta ya me descojono). Sin embargo, el mamón se niega y no quiere pasar por el aro. ¿Qué podíamos hacer nosotros para putear? Pues como Edu, Jordi y yo queremos ir disfrazados a la Oktober, le hemos comprado una camisa a Carlos, para presionar más, jajaja. Veremos si traga o no traga cuando vuelva a Alemania y vayamos a la Oktober. No me ha dado tiempo de hacerme fotos con la camisa, así que no puedo enseñarosla, pero ya la veréis cuando me las ponga y postee las fotos, jejeje.

Bueno, ya solo me quedan 2 días para estar en España. El lunes a estas horas estaré durmiendo placidamente en mi camita muerto de caló por culpa del levante (bueno, con el aire puesto) y deseando ir a la playa... No quiero ni pensarlo que no duermo.

Post largo, lo siento, pero había mucho que contar como habéis visto (o leído más bien).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido primo:

Me esta gustando la idea de sacar un coro vestido de teuton, que no de teton. Aunque con esos precios nos vamos a tener que "jartar" de vender papeletas de navidad y de "sablear" a los compis de los comercios para los pantalones. Ni te cuento la que hay que liar para comprar unos pantalones a Juanma, Balú, Falega y compañia.

P.D.: "Ave, Cadiz, que llegan los romanos...."

Carcadiz dijo...

Bueno, bueno, no te creas, porque al final los pantalones los hace un sastre y cuesta lo mismo. La gracia es que las camisas simpaticonas las compro yo allí, jejeje. Y por las tallas no te preocupes, aquí la cerveza hace estragos y he visto cosas más grandes que Juanmita, jejeje.

P.D: "Ave, pisha... a ve si conviamos"