sábado, enero 27, 2007

Paquete Fernandez Ochoa

Temtempié entre bajada y bajada... así nos va...

También conocido en medio mundo (si contamos Cádiz, Sevilla y Munich como medio mundo) como "er yo". Así he decidido autodenominarme después del día de hoy en la nieve. Creo que este elemento está hecho para mí, para Paquete...
Lo de Paquete no es por la acepción cariñosa de Paco, no, es por mi estilo a la hora de esquiar, jejejeje.
Menudo fostiazo más divertido que me he dado hoy, saliendo volando hacia delante para acabar cayendo en un mullido colchón de nieve virgen, menuda panzada de reir que nos hemos pegado el Jordi, que venía detrás mía, y yo al ver la espectacular caída. No sé por qué la gente se asusta de los castañazos en la nieve. Cuando estás aprendiendo las hostias no son gordas porque no vas rápido, así que lo peor que te puede pasar es que se te cruce un Carlos y te caigas encima de tu bastón doblándolo como me ha pasado a mí hoy, jajajaja. Pero nada grave, nada que un poquito de fuerza bruta no ponga en su sito.
Y ahora, dejando a un lado la autoflagelación que siempre gusta a unos y a otros, la verdad es que no ha ido nada mal. Estoy muy contento. He aprendido a poner el peso hacia delante y a controlar mucho más mis esquís y la verdad es que no me he caído tantas veces ni de coña. Un poco al principio hasta cogerle el tranquillo y luego he estado bajando alegremente cual Paquete Fernandez Ochoa sorprendiendo a propios (Carlos, Anna y Jordi) y mi mismo. Pero vengo muy ilusionado y con muchas ganas de volver a esquiar (hay que seguir amortizando el equipo).
Lo peor ha sido el tiempo, que no acompañaba. No ha parado de nevar en todo el puñetero día y no se veía tres en un burro. Tal y como estaba el día no me apetecía sacar la cámara y llenarla de nieve que se convertiría en agua, así que solo he hecho unas fotillos cuando hemos parado para comer algo. Ahora diréis que yo no esquío y que me paso el día comiendo salchichas y bebiendo birra en un bar de la estación, que sus conozco...
Di también que uno mira mucho para los esquís y no tiene necesidad de ver mucho más adelante de la siguiente curva o siguiente cuesta, pero la verdad es que no se podía ver nada. Si a eso le sumas el empañamiento de las gafas... ostión asegurado. Pero pronto hemos hecho el cuerpo a la nieve y ya está. Lo peor ha sido cuando al principio de la mañana se te quemaba la cara del frío y dejabas de sentir los labios y mofletes hasta no sentir ni dolor... flipante, aunque por lo visto normal.
Hemos ido a Hochzillertal, una estación de esquí bastante guapa en el Österreich (Austria). De Austria os puedo decir lo siguiente:
- Está Salzburgo, que tiene a Mozart.
- Que hay mucha nieve y consecuentemente muchas estaciones de esquí.
- Que hay muchos túneles. Esto hace 20 años tuvo que ser un infierno, pero ahora lo cruzas prácticamente bajo tierra...
- Y poco más, porque por no tener, no tienen ni idioma propio los cabrones... Hablán alemán, por supuesto.

Tampoco es así, yo estuve con el viaje fin de curso de 3º de BUP en Viena y la verdad es que es una pasada, un poco "menumental" pero muy chula.

Lo peor ha sido sin duda el tiempo, un poco coñazo, aunque la nieve estaba de lujo. Si subías arriba del todo, unos 2200 metros, había una ventisca del copón que levantaba una muralla de nieve y no veías un pimiento (como una levantera en Camposoto, vamos) y además había justo al bajar del telesilla una bajada jodida que sumando viento y nieve se hacía muy desagradable. Luego al bajar un poco el viento no era tan fuerte y se podía esquiar de lujo.

Pero bueno, no os doy la brasa más con el esquí, que me emociono...
Mañana será día tranquilón... eso espero.

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