lunes, julio 31, 2006

Me duele el alma...

No, no es nada de morriña, ni pena espiritual ni chorradas variadas... es que me duele hasta el alma... las castas del partido del domingo. Parezco un cristo... ahora sé como se sintió cuando Longinos le dio por culo con la lanza de las narices... (no soy ni exágerao ni na). Bueno como dije en el otro post, no voy a hablar de las heridas, así que lo dejo aquí. Solo quiero decir una cosa: el que diga que el deporte es bueno para la salud no tiene ni puñetera idea, y probablemente no haya hecho deporte en su vida...

Hoy he empezado el nuevo curso, el A2, pero no hay mucho que contar. Nueva profesora, Sylvia y por lo visto somos solo 5 en clase, aunque hoy solo estabamos 3: Joyce, una chica catalana que se llama Roser y yo. Ummm, todo esto me recuerda que no he hecho la puñetera tarea hoy...

Como no ha sido un día muy productivo, voy a contaros algunas curiosidades alemanas que tenía en la recámara para un día así.

No más tomates

No, no me refiero a tomates de verdad, sino a los de los calcetines. Aquí hay la costumbre de andar sin zapatos por la mayoría de las casas. Como hay mucha moqueta y mucho parquet pues es normal, así que ni se te ocurra ponerte los calcetines que guardas en el fondo del cajón con el tomatazo enorme en el dedo gordo derecho. ¿Cómo? ¿Qué tú no tienes calcetines con boquetes? ¡Tesquiya! No me vengas con cuentos, seguro que tienes como todo el mundo el típico par de calcetines de emergencia con el boquetón que te resistes a tirar porque bueno... seguro que llega un día que tengo los demas en la lavadora y me hacen falta... total, no voy a quitarme los zapatos. Yo por supuesto no tengo ninguno (;-p).

Bebe a bordo

Como ya he comentado otras veces, aquí lo de la bici es como una religión, y por lo tanto, para llevar al niño hay un montón de soluciones curiosas. Algunos llevan tras el sillín una silla especial para niños pequeños con su cinturón y todo pero lo que de verdad me ha llamado más la atención es una especie de remolque para bicis. Sí, sí, un remolque para bicis que parece un mini tienda de campaña con ruedas de las que los esforzados padres tiran sin denuedo. Incluso los he visto de dos plazas o por lo menos con dos crios dentro. No te veas lo que tiene que ser remolcar 40 kilos más el trasto con la bici...

Palabrejos

No hay quien se aclare con algunas palabras alemanas. Ya sé porque Hitler les imnotizaba en aquellos mítines coñazo que se pegaba. Seguro que les soltaba algun palabrejo de estos interminables que construyen los alemanes. Resulta que yo soy un "telekomunikationsingenieur"... así todo junto. Pero las hay mucho peores, como "Zustandsveranderung" que hoy ha soltado la profe en clase y que siendo sinceros, no tengo mucha idea de lo que significa... Mirando el contexto creo que tiene algo que ver con el cambio de estado o algo así, pero no estoy muy seguro.

Inmigración

Supongo que a Munich le pasará como a Madrid, pero la verdad es que esto está "petado" de guiris como yo. Solo hay que fijarse en mi equipo de rugby, donde ya casi se habla más español que alemán. Klartext, la academia donde doy clases, es como la ONU en pequeñito, hay gentes de todo el planeta, y cuando digo todo el planeta va en serio. El otro día en la fiesta en casa de Joyce conocí a polacos, rusas e incluso a un sudafricano. Además, aquí lo de aprender español se está convirtiendo en costumbre, así que ¡cuidadito con ir diciendo burradas por la calle porque hay un montón de gente que te entiende!

Bio Bio Bio

Que no pio, pio, pio. Aquí el rollo bio les va un montón, más que en España. Biochuminadas por doquier, bioleche, bioyoghurt, biomiel, biocafé, biología (¡uy! Eso no), que la verdad es que me parece fantástico. Supongo que va en consonancia con lo del reciclaje que ya conté anteriormente. De mi Bioflipada (la casera) ya os contaré en otro post otro día de estos que no haya mucho que decir, porque esa se merece un post para ella sola... vaya elemento.

Bueno, según se me ocurran más cosas iré contando.

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