No sé si podré acostumbrarme algún día al tiempo loco de estos teutones. Está como una verga...
Estabamos tan tranquilos tomandonos una cerveza y comiendo en un Biergarten cuando de repente se ha nublado y temiendonos lo peor hemos decidido irnos para casa. De vuelta a la academia en busca de la bici junto a Cati nos ha caido, como diría Angélica, una chica mejicana de las clases, "un aguasero de mil demonios".
He tenido que llevarme la bici en el metro y todo el coñazo que eso supone calado hasta los huesos... pero ya estoy en casa.
Lo peor es que ahora que estoy seco y relajado tras ducharme, ¡estoy viendo a un montón de locos en la piscina ahí abajo! ¡Y me están entrando ganas de bajar!
¡Pasaoslo bien en la feria, cabrones!
viernes, julio 14, 2006
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