Hoy tailandés

Asín es mi vida muniquesa, de restaurante exótico en restaurante exótico. Y eso sin contar lo que me como en la cantina de BMW. Al final leerá esto mi madre y me dará el coñazo con lo que como, que la veo venir...
Pues sí, Tailandés, y bien rico que estaba, aunque me ha recordado mucho al chino. Creo que al final todo se parece mucho, jejeje.
El caso es que después de la oficina he quedado con los compis de piso, Carlos y Jordi. Creo que este piso me recuerda mucho a los buenos ratos que pasamos en mi piso de Sevilla, cosa que me alegra mucho. Creo que la fiesta y la alegría y los compañeros entrando y saliendo están más que asegurados. Eso, quieras o no, alegra el corazón bastante cuando uno está a tropecientos mil kilometros de casa (a la que por cierto, solo me quedan días para volver). Así que pienso apuntarme a cada actividad, chorra, divertida, loca o caótica que se les ocurra. Ya estamos hablando de esquiar en invierno (tendré que comprarme un mono... de esquí se entiende) e incluso de comprarnos el disfraz bávaro por excelencia para ir a la Oktober Fest (quillo José, pal año que viene vamos de bávaros en el coro y yo me traigo los trajes, piénsatelo, que así sí me sale rentable, jejeje).
Pero bueno, lo de la cama siguen en stand-by. Me gustaría comprarla antes de irme, así la tendría para la vuelta, que viene Macamen y no la voy a hacer dormir en un colchón en el suelo. Lo único es que si la compro, tendré que dejarla en el salón del piso junto con los bártulos, y tendría que pedirles permiso y abusar de su buena voluntad a los compis que tan amablemente me han acogido...
Ya veremos.

P.D: Para todos los que lo conocemos y queremos, aviso que Juaniki ha mudado su blog a http://eldivandejuaniki.blogspot.com y lo está actualizando para contar sus aventuras inglésas (en este caso). No dejéis de echarle un visitazo y dejarle un comentario que siempre alegra saber que los amigos te leen.